Bután, un mundo aparte

En tiempos de corrupción política, toma de consciencia e indignación ciudadana, me viene a la cabeza Bután.

Y es que mientras en Occidente nos preocupamos y medimos la producción de bienes y servicios mediante el PIB (Producto Interior Bruto), en este pequeño reino del Himalaya prefieren guiarse por la FNB (Felicidad Nacional Bruta). ¿Curioso, verdad?

El cuarto rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck, (facilísimo de recordar) decidió instaurar en 1987 esta política que no solamente tiene en cuenta la producción económica del país sino también el bienestar de sus habitantes y el equilibrio del medioambiente. ¿Crees que a JuanCa o a ZP les importa si eres feliz?

Bután, situado entre China y La India, es uno de los países menos desarrollados del mundo según la clasificación de las Naciones Unidas, pero su riqueza se encuentra en sus valles, en su gente. La FNB es el resultado de una consciencia cultural y social donde los valores se resumen en tres: felicidad, igualdad de género y preservación medioambiental.

Tal vez deberíamos tomar ejemplo de países tan lejanos y extraños como este… pero ¿creéis que Spain, país de turismo, sangría y fiesta, estaría preparada? No por varios motivos, pero especialmente porque si algo diferencia a Bután del resto de países es su estricta y única política de turismo.

Si alguien quiere visitar el país de la felicidad deberá pagar, nada más y nada menos, que unos 200 euros al día. Esta tasa radica en la capacidad que tienen para recibir turismo, demográficamente es un país pequeño, no están preparados. Además, esta política les permite estar atentos al porcentaje de visitantes que reciben para evitar así los efectos negativos del turismo y del mundo exterior, están seguros de que no quieren degradar su cultura ni su entorno. Tanto es así, que la televisión llegó a este reino en el año 2000. Sí, cuando la Esteban ya estaba en Salsa Rosa.

Bután es un mundo aparte, un mundo lejano al que cada vez me apetece más escuchar. Y es que a veces menos es más.


Ahora mismo no me puedo permitir el lujo de pagar 200 euros diarios. Cuando los tenga los pagaré encantada, mientras tanto me conformo con este vídeo. :)