Sin eÑe: El país de la feminidad

El país de la feminidad

Tailandia usa perfume de mujer. El país dorado es dulce, complaciente, sonriente y sensual. Sus flores son hermosas, refinadas y exóticas, como lo son sus mujeres, furiosamente femeninas, serviciales, pequeñitas y con curvas. Incluso muchos de sus hombres también lo son.

Ya es todo un tópico (y también un consejo útil) eso de decir “si vas a Tailandia, no te confundas”. Los ladyboys, o katoeys en tailandés, son hombres más femeninos que cualquier mujer occidental. A mí todavía me cuesta creer que esas piernas estilizadas y esas pieles suaves sin imperfecciones sean masculinas. Los katoeys están socialmente aceptados, incluso en las zonas rurales, trabajan en cualquier sector de la sociedad y son considerados y tratados como mujeres.

Este término engloba a cualquier hombre que se siente mujer. Aunque muchos de ellos ingieran hormonas, se maquillen en abundancia, se operen los pechos y los genitales, nada de ello es necesario para ser un katoey. Basta con creerse y comportarse como una mujer.

El fenómeno de los katoeys es algo que sorprende al llegar a Tailandia. ¿Por qué hay tantos? Se estima que la totalidad de ladyboys en el país supera los 200.000.

Lógicamente la respuesta se ciñe a que se trata de un país tolerante, liberal y respetuoso. ¡Tanto que presumimos los occidentales de tolerancia y todavía nos escandalizamos cuando vemos a un transexual! En Tailandia cada año se celebra un concurso de belleza para katoeys, superando y ganando por goleada, seguramente, al casposo concurso de Miss España. Muchas estrellas de la televisión tailandesa también son katoeys, y muchos de ellos más estilosos y elegantes que las reporteras dicharacheras de nuestro país. Llevaron incluso al cine la historia real de un luchador de Muay ThaiBeautiful Boxer” (2004), que peleó masculinamente hasta conseguir su sueño más femenino.

¿Pero son suficientes la tolerancia y la libertad para que haya más de 200.000? Hay quienes aseguran que se debe simplemente a la filosofía tailandesa de sanook (diversión), otros prefieren atribuirlo a la religión budista tolerante que se practica en el país. Y los más científicos afirman que es cuestión de soja, sí, sí, de esa legumbre tan popular en el mundo oriental. Se dice que un alto consumo de soja reduce la producción de testosterona. ¿Soy lo que como? Yo, por si acaso, voy a tomar mucha …. ¿Llegaré algún día a tener esa piel?

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