Sin eÑe: En Tokio no parpadees

En Tokio no parpadees

Ya estoy en tierras de manga, zen, tatamis, kimonos, sakuras, biombos, sumo, tecnología maniática, sushis, geishas, bonsáis, ninjas… ¿Por dónde empezar? Vamos a dar un paseo por su capital y sus enormes barrios.

Parpadear en Tokio es una pérdida de tiempo, seguro que durante el acto te pierdes algo. La capital japonesa alucina y estimula incluso al más sosegado, es un éxtasis constante. Moderna y extraña, deslumbrante, tremendamente limpia y sorprendentemente cordial. También es carísima, pero su amabilidad no tiene precio. Si le preguntas a un japonés hará todo lo posible por ayudarte, incluso puede que salga corriendo a buscar respuesta. Pero tranquilo, volverá, te dará la mejor solución y te hará una reverencia. ¡Arigato! (Gracias)

El barrio de Shibuya, es el más moderno, famoso e iluminado de la ciudad. En él se encuentra el cruce por el que más personas pasan al día del mundo Scarmble Kousaten, aunque yo lo concretaría diciendo que es por el que más freaks del mundo desfilan. Jóvenes con vestimentas inauditas y combinaciones nunca vistas. Calentadores de tigre y falda a topos, diademas de Hello Kitty y botas de militar, peinados futuristas y mucho, mucho color. Este superpoblado cruce se puede ver en la película ”Lost in Translation” y en “A todo gas 3”.

¡Shibuya es la caña! Centros comerciales de moda gigantescos, como el popular Shibuya 109, salas recreativas con música a todo volumen, pantallas de plasma y luces de neón prometen distracción. (He estado toda la tarde alucinando).

A pocos minutos de este barrio se encuentra Yoyogi Park, un Central Park (NYC) a la japonesa, la mejor opción para pasar una tarde de domingo relajada. Familias y picnic, jóvenes jugando al bádminton y sobre todo pasarela de perros. ¡Sus vestidos son más caros que los de sus dueños! Los perritos son las estrellas y protagonistas del parque, tienen sus propias zonas de juego (distribuidas según su peso), sus propias fuentes y todas las miradas de los turistas. Son coquetos y divertidos, ¡he visto a un perro skater sobre monopatín (él solo)! Pero también los hay gandules y sus mamás los pasean en carritos de bebé.

Y todo esto en un solo día, en un único barrio. Creo que Tokio tiene muchas papeletas para convertirse en mi destino favorito. Eso sí, quiero la papeleta con dibujo manga.

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