O lo que es lo mismo, buenas noches Estambul.
Hay veces que no te das cuenta de lo bonito que es un lugar hasta que lo contemplas de noche. La plaza de Sultanahmet siempre es bella, por eso es Patrimonio Mundial de la Unesco, pero por la noche lo es más. Los turistas, las altas temperaturas y los puestos de comida rápida imposibilitan respirar su auténtica excelencia durante el día.
Las mezquitas iluminadas y el olor a césped me han transportado a un estado de serenidad que no todas las ciudades logran. Me ha conquistado. Estambul es mágico.
Os dejo con esta obra bizantina del siglo VI. Santa Sofía iluminada. Os deseo una buena noche. Yo seguro la tendré.
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